La sala

Que la comida esté buena, que el producto sea de primera, que el cocinero conozca las técnicas de cocción, que esté bien decorado, que la guarnición esté fresca... todo eso es muy importante, pero si el camarero que nos lo sirve lo hace de mala gana, no le gusta su trabajo, no tiene vocación de servir, que no de servilismo...
No hay buen plato sin buen servicio.
He aquí una muestra.

El desayuno

Hay que levantarse todos los días con una sonrisa, pues empezar un nuevo día es motivo de alegría. Y hay que hacerlo con energía, así lo hemos hecho hoy nosotras, con ese plato, regado de zumo de naranja y dátiles, y pan de centeno. Buenos días¡
Ah¡, por cierto, esta entrada es especialmente dedicada a los descreídos que solo ven un desayuno de café con leche y bollito de mantequilla.

Pintura

Como siempre, lo que hace K es ARTE. Y matemáticas, ingeniería, colorterapia...

La carne

Esta tarde he ido con la madre de K a un velatorio. Si no me gustara tanto la gastronomía, posiblemente, no se hubieran dado nunca las circunstancias para que yo, hoy mismo, hubiera estado en el tanatorio de San Bartolomé, ante el cadáver de una señora a la que jamás había visto en vida. Pero así son las cosas. Me gusta el mundo relacionado con la comida, admiro a Ferrán Adriá, me meto en la Escuela de Hostelería, me decido a trabajar en su cocina, llego a la Hazienda, conozco a K, y la señora muerta es la madre de uno de sus proveedores, los que le traen la carne. Así, que siguiendo la lógica filosófica de si A es B y B es C, A es C, podría llegar a afirmar que por culpa de elBulli hoy he estado de velatorio.

El otoño

Mientras se cuecen unos membrillos con canela en la Thermomix, hacemos recuento de la productos de temporada y todo lo que K usa para sus platos: deliciosas setas, granadas, uvas, nueces, castañas, boniato... Se caen las hojas de los árboles pero la tierra nos da otros frutos. Disfrutad de estos días.

DIPEANDO EN CHINO POR ACAPULCO

Mil perdones por la demora, pero por fin me decidí a seguir escribiendo. Esta mañana estaba traginando, para variar, en la cocina, cuando divisé unos aguacates que había comprado y que, como tantas otras veces, había olvidado que poseía; muchas son las veces que entro en la cámara frigorífica y descubro sorprendida algo que había comprado y no lo recordaba, a veces, todo hay que decirlo, la sorpresa no es muy grata. El caso es que esta mañana los aguacates me dieron una sorpresa todavía aceptable y decidí hacer un guacamole, después de elaborarlo como no sabía con que combinarlo me puse a rebuscar entre el apartado que tengo en la despensa para mis "cosas", como las llama mi madre, todos esos productos que escapan del conocimiento culinario casero. Encontré unas "cookies praws" para freír, es decir lo que comúnmente conocemos como "pan de gambas" que nos sirven en los restaurantes cutre-chinos. Así que los freí y los serví con el guacamole a modo de dips. Las cookies las compré en un supermercado inglés, por aquí abundan dado el incremento bestialdemográfico de guiris. Geniales para degustar con una "Coronita", por poner un ejemplo. O para los cumpleaños de Yrene.
Besos, seguiremos por aquí.