sábado, 28 de abril de 2007

UN TRAGO DE SALMOREJO




Receta de CHUPITO DE SALMOREJO CON NARANJA:





  • Salmorejo


  • Naranja


  • Cebollino


  • Picos


- hacer el salmorejo y rellenar los chupitos



- hacer unos mini gajos de naranja y colocar uno en cada chupito



- picar el cebollino y poner un poquito en cada chupito e introducir un pico en cada chupito.



No me direis que no es fácil, y queda de auténtico lujo, además de que está buenísimo y es muy refrescante para el estío tan calentito que se presenta.





martes, 24 de abril de 2007

HISTORIA DE UNA LATA (1ª PARTE)


Durante años me obsesionaron las latas de conservas de pescado. En primer lugar, por su ordenación, tan compacta, tan llamativa, tan perfecta, tan imposible, los pescados que en ellas se encontraban me decían, no rompas nuestra armonía, nuestro encuadre, estamos unidos en esto y no podrás vencernos.

En segundo lugar, me imaginaba a las mujeres de las conserveras, con sus pañuelos anudados en la nuca, escondiendo esos cabellos cubiertos de brisa gallega, con las manos curtidas de mar, porque no hay manos en el mundo más curtidas que las de la gente de mar, siempre húmedas y tensionadas por no dañar esas maravillas que nos brinda Neptuno, y que tan gustosamente nos llevamos a la boca.

En tercer lugar, pensaba que si yo me metía en una lata me podría conservar, compactar, perfeccionar, con el consecuente riesgo de que alguien levantase mi tapa, me comiese acompañada de una cerveza o un vermuth, en el mejor de los casos, sería triste irse al otro mundo comida por alguien y sin compañía, y sin que ese alguien reparase en mi esfuerzo por meterme en la lata.

domingo, 22 de abril de 2007

LOS QUE TIENEN QUE SERVIR




Hasta ahora habíamos hablado de lo que se cuece en esas cocinas de dios, pero no podemos olvidar que todo eso que se elabora es para que el personal de servicio lo haga llegar a la mesa.En este país, hay tan poca profesionalización en la hostelería, que cuando te sirven bien, damos las gracias y nos felicitamos a nosotros mismos por lo bien que nos ha tratado el camarero, cuando eso tenía que ser la norma. Yo suelo tener muy mala suerte al ser servida, y si pido la carne casi cruda, lo reitero, pero de nada me sirve, pues me traen una zuela de zapato, como la que se comía Charlot. Si se me ocurre tomar té con limón, el gajo del cítrico suele ser más grande que la propia taza, porque se creen que pido limón con té. Si quiero algo sin gas y sin azúcar, normalmente, el camarero de turno me oferta Bitter Kas, como si no llevase dulce ni gases, y si se te ocurre decir "una Vichy", además de la cara extraña, te miran mal y te dicen que ellos, de eso no tienen. Eso es solo al pedir el aperitivo. Más adelante me meteré en otros detalles.

jueves, 12 de abril de 2007

FRESAS GADITANAS


El miércoles, volviendo de tierras andaluzas por las carreteras españolas, en una de las varias paradas que hice par estirar las piernas, aún en la provincia de Sevilla, en la población de Paradas para ser más exacta, me llamó la atención un señor que vendía fresones. Me acerque por que el brillo de tales frutos me atrajo, así como el color y el aroma tan natural y profundo que desprendían.

Después de fotografiar, oler y hasta probar el manjar ofertado por un vendedor con un arte y una gracia que sólo se encuentran por los sures de Ibéria, decidí comprar una cajita, cuando cuál fue mi sorpresa al descubrir que no se trataban de fresones con denominación de Palos, sino que eran fresones gaditanos, exactamente de Puerto Serrano, un pueblecito de la serranía de Gades.

En tamaño y sabor, cómo bien me dijo el vendedor, sin tener nada en contra de los frutos onubenses, eran exquisitos. Las diferencias más notables que encontré con sus vecinos fueron, algo más de dulzor y un interior más blanquecino, quizás igual de blanco que la visión de cualquier pueblo serrano andaluz, un blanco de cal.

Bueno, con esto os quería contar que en este último viaje a Andalucía he descubierto que no sólo podemos disfrutar de los fresones de Huelva, sino que en Cádiz también los hay y muy buenos. Ahí os dejo una foto de muestra, no me direis que no son apetecibles.

lunes, 9 de abril de 2007

SEMANA SANTA

Hola queridos!!!

Ando todavía por tierras andaluzas, pero ya por poco, mañana regreso a casa. He disfrutado estos días de la gastronomía andaluza, bueno y de todo lo andaluz que son Sevilla y Cádiz.
En los próximos días ya os narraré alguna historia sobre Andalucía vivida estos días de Semana Santa, ahora me despido, pues quiero aprovechar las últimas horas de este viaje junto a Mimi.
Como breve adelanto, la "madrugá" sevillana electrizante, los churros en el puente de Triana gratificantes y una copita de fino en Jerez sin comentarios. Os quiero.

miércoles, 4 de abril de 2007

NATURALIDAD


Estamos ya en plena Semana Santa y yo ya estoy un poquito atorada de dulces pasionales, por cierto Gema, los paparajotes son hojas de limonero bañadas en masa y fritas, espolvoreadas con azúcar.

Pues lo dicho que estoy un poquito sturada de dulces y he decidido hacerme una ensalada y me ha salido esto.


La hice con unos cogollos de lechuga, unos tomatitos, palmitos, fresas, pistachos, ralladura de naranja, cilantro, mermelada de dátil entre dos rebanadas de queso de cabra fundido, sal, aceite de nuez y reducción de aceto balsámico. Estaba riquísima, además que aproveche unas fresas que estaban a punto de irse y un queso a punto de secarse. Dentro de la cocina y sobretodo para autoalimentarme me fascinan las ensaladas, por el juego que tienen, la frescura, el colorido y por supuesto, el sabor a naturaleza.

martes, 3 de abril de 2007

TARTAR PARISIEN


A finales de febrero, exactamente por mi cumpleaños, viajé por primera vez a la Ciudad de la Luz, que no son los estudios cinematográficos alicantinos del mismo nombre, es decir que fui a Paris.

Para mayor satisfacción fue en compañía del amor de mi vida, pues fue su regalo por mi aniversario.

Una de las noches en la capital francesa dimos con un pequeño bistró, recomendación de una guia de la excursión diurna, y me vais a matar, pero no recuerdo el nombre.

Bueno, a lo que iba, el local en sí ya me ensimismo, por lo acogedor, y el ambiente era muy casero. Para empezar la carta era una pizarra que nos enseñaron apoyada en una silla y con todos los platos, incluídos los postres, escritos a tiza.

Después de mucho cavilar, nos decidimos por un foie de la maison y un tartar de atún con jengibre y albahaca, seguimos con unas vieiras con crema de espinacas y un pichón con setas. Para el postre nos decantamos por los quesos y los sorbetes caseros. Estuvo todo delicioso y disfrutamos de la cena así como de la compañia de nuestras vecinas de "table", unas norteamericanas muy simpáticas, con las que además de conversación compartimos algún que otro plato. Todo regado con un chateaux blanco seco, muy suave y que maridó a la perección con todo.

El caso es que de todos yo elegí como el mejor, el tartar de atún, que yo pasé a denominar "tartar parisien", pues bien como no lo dejé reflejado en una foto, no lo podéis comparar con el que he elaborado yo, que es el de la foto superior.

Que cómo lo hice?

Atún fresco (por supuesto congelado) macerado con un poco de jengibre, zumo de lima y cilantro picado. Un poco de pan, aceite de oliva, clara y yema de huevo cocido, alcaparra y cebollino, et voilà. Es muy fácil, quedas de maravilla, bien como entrante o bien como una tapita, y por supuesto está riquísimo. Probad y me contáis.


lunes, 2 de abril de 2007

ME SABE A SEMANA SANTA

Abril además de oler a primavera, suena a lluvia y sabe a Semana Santa.
Sabe a potaje de garbanzos con panecillos de bacalao, a tortillas de mil sabores no carnales, a bacalao frito, a torrijas, a arroz con leche, a paparajotes, a buñuelos de calabaza, ......
Y a infinidad de cosas más. Y es que en España cualquier día festivo lo convertimos en festival gastronómico, porque llevamos la gastronomía en la sangre, en la mente y en algunos casos en el corazón.
Siempre que llega alguno de dichos festivales me viene a la memoria a mi abuela Ana, con su delantal, siempre de flores, entre cacerolas, y toda entusiasmada preparando todas las delicias que toda la familia degustábamos y esperábamos año tras año.
Desde hace dos años, cuando llega Semana Santa, tampoco puedo sacar de mi memoria el olor a azahar mezclado con el incienso y la cera, el sonido de los tambores y las cornetas, ver nazarenos de todos los tamaños y sentir como la gente te transmite la fe, aunque sea sólo por una semana al año.
Lo que jamás tuve el placer de disfrutar, en mis dos años por Al Andalús, durante la Santa Semana, fue de oir una saeta, creo que el día que la oiga en directo recuperaré sin duda la fe.
Mientras tanto intentaré consolarla con los delicatessens que nos depara esta semana.